El niño camina junto al olivo blanco. Sabe que la Fuente
está cerca. Y cuando palpa los frutos el camino se le abre y resplandece el
Monte de la Gracia.
Junto al brocal del pozo azul, dan fruto los olivos y las
hierbas de perfume. Donde el Maestro pide agua, y Él mismo es el pozo. Y
alrededor las vides y el trigo del Monte Esplendoroso cantan la gloria del
Viviente
Los olivos transfigurados, para el Sacramento, son elevados
hacia su propio Aceite.
Del Monte Transfigurado mana el agua de la belleza y la
sangre de todos los bienes, y refulgen con el blancor nunca visto del
Verdadero, del Bello, del Viviente.
Aceite de olivos imperecederos, bajo apariencia de simple
aceite verde.
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