Ya pocos predican la predestinación, por miedo a no entender la libertad humana.
Pero a poco que se medite sobre esto con profundidad y en el Espíritu,
se apreciará que la salvación es predestinación a la Gloria desde la libertad humana ---habilitada por la fuerza predestinante de Dios;
y la condenación un veredicto divino y al mismo tiempo una opción (no predestinada) de autoexclusión del mismo Plan de Dios.
Pero a poco que se medite sobre esto con profundidad y en el Espíritu,
se apreciará que la salvación es predestinación a la Gloria desde la libertad humana ---habilitada por la fuerza predestinante de Dios;
y la condenación un veredicto divino y al mismo tiempo una opción (no predestinada) de autoexclusión del mismo Plan de Dios.
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