viernes, 14 de octubre de 2011

Y no por esfuerzo

Nuestra debilidad y flaqueza nos abruma.

Quisiéramos ser distintos y vencer los miedos, cobardías, imperfecciones.

Sabemos que la santidad es la obra de Cristo en el ser humano, a través de su Cuerpo, que es la Iglesia.

Por eso, pedimos a Dios que haga en nosotros su obra.

Y ¿cómo será su obra? ¿De qué depende?.

Jesucristo el Salvador nos lo dice.

"Hágase en vosotros según vuestra fe" (Mt 9, 29)

Qué sería de mí si el Señor hubiera dicho:

"Hágase en vosotros según vuestra voluntad".

Porque yo tengo mi voluntad herida por el pecado. Y el bien me cuesta más que me cuesta el mal. Aunque no quiera.

Pero el Señor conoce mi debilidad, y por eso me dice y nos dice:

"Hágase en vosotros según vuestra fe".

La fe que Él mismo me ha dado por su Cuerpo, que es la Iglesia.

La fe que es don, regalo inmerecido, gratuito.

La fe que tenemos porque el Señor nos la ha traído por la cruz.

Y no por esfuerzo, sino por Gracia.

Y cuando tu Gracia nos inunde, Señor, con ella podremos esforzarnos hasta lo indecible, con ella vendrán los mil trabajos luminosos y las proezas sin cuento. Entonces sí que habremos de esforzarnos en Ti, Señor.

Pero esforzarnos con la fuerza de Dios que es Cristo Jesús, que rehabilita nuestra voluntad perdida y la fortalece como sólo Él sabe.

¿Quedarnos quietos entonces?

No, Señor, sino moviendonos cuanto tú nos muevas, y no negando la potencia de tu brazo en nuestra alma.

LAUS DEO

7 comentarios:

  1. ¡Muy buena reflexión! No es por esfuerzo, sino por gracia.
    ¡Gracias Alonso!
    Dios os bendiga.

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  2. Muchas gracias por su comentario, un saludo en Cristo Jesús

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  3. Hasta nuestra voluntad está impulsada por la gracia de Dios, es así como podemos comprender a través de nuestra fe que si podemos esforzarnos es porque Dios nos da su Gracia para hacerlo, porque tenemos que ser muy concientes de que nada vale el hombre sin la Gracia de Dios.
    Hasta para poder aceptar nuestras limitaciones y nuestras debilidades necesitamos de la Gracia de Dios.
    !Cuántas gracias le doy al Señor que por obra del Espíritu Santo, pueda comprender todas estas maravillas que el Señor que es bueno tiene reservadas a todos los que por su Gracia queremos seguirle.
    Gracias por tu hermosa reflexión y por compartirla con nosotros, que Dios te bendiga a ti y a tu familia. Un abrazo en Cristo y María, Rosa

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  4. Muy bueno, Alonso, esa es la verdad. Que recibimos gratuitamente el don que nos permite esforzarnos en Cristo, porque "si el Señor no construye la casa, en vano se afanan los albañiles" (Salmo 126,1).

    Por cieryo, hay una errata en un frase, cuando dices que te es más fácil hacer el bien que el mal. Lo que querías decir el al revés, que te es más fácil hacer el mal que el bien.

    Un abrazo, y sigue siendo instrumento del Señor con estas verdades que escribes. Bendiciones.

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  5. Por cierto, sobre lo que muy bien dice Rosa, ayer estaba para entrar en una reunión y vi un cartel con un cuadro precioso, en el que el brazo de Cristo agarraba el brazo de un cristiano, que asu vez agarraba el brazo de Cristo, para que le aupara.

    Pensé en lo bien que mostraba esto la gracia y la salvación: no podemos salvarnos por nuestras solas fuerzas, si Cristo mismo no nos salva, agarrándonos del brazo, pero nosotros debemos a su vez corresponder a su gracia agarrándonos a Él a nuestra vez.

    Pero para que el cuadro fuera perfecto, áun faltaba el segundo brazo de Cristo agarrando la propia mano del cristiano y guiándola y ayudándola para que agarrara el brazo que Él le tendió. Porque hasta para corresponder a la gracia, necesitamos que nuestra voluntad sea movida a su vez por la gracia. ¡Todo es gracia!

    ¡Gloria a Dios! Y gracia al Señor por San Agustín y por la Iglesia, que nos enseña estas maravillas del Amor de Dios, al que le debemos todo. Y por los hermanos que nos ayudan a aprenderlo.

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  6. Longinos:

    Muchas gracias por descubrir la errata, se me había pasado. La he corregido. Gracias por estar siempre al quite.

    La imagen del cuadro es perfecta, lo explica muy bien.

    Hasta para corresponder a la gracia necesitamos de la gracia. Asi es. Es la doctrina verdadera.

    Un abrazo

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  7. Rosa:

    Gracias por tus palabras, lo dices muy bien:

    "Hasta nuestra voluntad está impulsada por la gracia de Dios, es así como podemos comprender a través de nuestra fe que si podemos esforzarnos es porque Dios nos da su Gracia para hacerlo"

    Muchas gracias por tu comentario.

    Marian:

    Gracias por el comentario. Efectivamente, no es por esfuerzo, es por gracia, y con esa gracia, esforzarnos en lo que el Señor quiera.

    Un saludo

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