lunes, 25 de junio de 2012

La encrucijada interior

La tensión perfectiva que suscita la gracia en el hombre renacido, supone que el alma ya no puede convivir con su pecado, le resulta insoportable,

de forma que o lo acalla en la conciencia aprisionándolo, haciendo enmudecer la voz de Dios en él y regresando a la sombra anterior,

o expulsa su pecado mediante el arrepentimiento y la reparación por el sacramento de la penitencia, y aumenta así la gracia todavía más, en un proceso de repugnancia progresiva al mal y aborrecimiento del pecado, hacia la perfección interior.

Así pues la encrucijada es esta:

o aplastar la conciencia, o aumentar la gracia.

domingo, 24 de junio de 2012

De palabras que no se lleva el viento

Te parece que a las palabras se las lleva el viento. 


Sin embargo te digo que las palabras son la vida de los hechos. Sí, su vida, su sentido, su alimento. 


Mira lo que dice Jesús de sus palabras:


El cielo y la tierra pasarán, pero mi Palabra no pasará (Mateo 24, 35) 


Las que se lleva el viento son las nuestras, ¡pero no las de Jesús!

De teodidactas

La Teología de la Fidelidad que ahora necesita la Iglesia no será una teología para teólogos que aprenden de sí mismos, 

sino de teólogos que aprenden del Logos, de teodidactas. 

Porque sólo aprendiendo del Cristo Total, en la fidelidad a las verdades que viven en su Cuerpo, que es la Iglesia, el teólogo es teólogo y no se estudia a sí mismo.

sábado, 23 de junio de 2012

Ordenado a Dios

El ser humano está naturalmente ordenado a Dios, de forma que el conocimiento de Dios es el fin natural del ser humano, que hasta no descansar en Dios, anda desordenado y profundamente inquieto, como diría San Agustín. 

Por tanto, el ateísmo no es natural, sino artificial. 

En segundo lugar, hay que recordar que en el estado actual de la naturaleza humana, enferma por el pecado original, el hombre no puede llegar a conocer y vivir a Dios sino con tremenda dificultad, por lo que necesita el auxilio de lo sobrenatural, sin cuya Gracia está absolutamente perdido.

De aquí la infinita misericordia divina, que por la crucifixión del Logos rehabilita nuestro confuso logos y nos da acceso a la vida sobrenatural.

sábado, 16 de junio de 2012

Un apostolado de la recta razón

Es necesario vitalizar sobrenaturalmente nuestra razón --no la razón técnica, experta o catedrática e ilustradísima, sino la recta razón iluminada por la fe; --la razón sencilla y directa. 

Y una sana teología, obediente al Magisterio, y luminosa en su autenticidad, puede ayudarnos mucho a combatir errores y descubrir la verdad. La teología, pues, tiene un papel fundamental en la rehabilitación de la razón.

No me cabe duda: hemos de hacer un apostolado de la recta razón. Un apostolado que siempre ha sido propio de la Iglesia. Un apostolado que aumentará nuestro cristocentrismo, al encauzar las fuerzas de la inteligencia hacia la verdadera sabiduría y potencia del Logos viviente.

miércoles, 6 de junio de 2012

No significa que esté mal.

Que algo parezca ridículo no significa que esté mal.

Esto es lo que nos pasa a nosotros, los hijos de la Iglesia, en el mundo de hoy: que a menudo tenemos que hacer el ridículo por Cristo, si hace falta,

--pero no por ello hemos de pensar que hemos actuado mal, sino todo lo contrario!!

Porque la sabiduría de Dios es locura a los ojos del mundo.

sábado, 2 de junio de 2012

De iluminar también las sensibilidades

Es obra del pecado original la ofuscación de las sensibilidades, de forma que es común que los errores emocionen, y así simulen ser verdades. La mentira de disfraza de sentimiento y se convierte en apariencia de verdad.

Es labor habitual de los demonios: no sólo tentar, sino confundir, envolver la falsedad con capas de sentimentalismo, de forma que en no pocas ocasiones aquello que emociona esconde un grave error que daña y destruye, aparentando bienes que no son tales, y felicidades que no son sino desgracias.

Y es que la gracia redentora de Cristo no sólo ha de iluminar el conocimiento, sino también las sensibilidades.