martes, 21 de diciembre de 2010

Lenguaje equívoco, doctrina equívoca II

Vamos a continuación con la primera lista de expresiones equívocas que suscitan, como efecto y consecuencia lógica, una doctrina equívoca.

Dios sólo te pide un ratito de oración al día.
Se nos dice a menudo a los laicos en la Misa. El sacerdote no quiere Eliminar formato de la selecciónagobiarnos con el peso de la oración. De ahí lo del ratito... Y yo me pregunto: ¿podemos ser nosotros, los laicos, santos, con sólo un ratito de oración?
Más bien es lo contrario: Orad sin cesar (1 Tesalonicenses 5, 17)

Dios no quiere que renuncies a tus cosas.
Crees que Dios no quiere que pierdas las cosas que son importantes para ti, sino que te quedes con lo tuyo, que lo conserves, porque es importante para ti. Y que dejes un huequecito para Él en tu vida: y te dicen :hazle un hueco a Dios en tu vida.
Sin embargo, mira lo que dice Cristo: Quien encuentre su vida la perderá; pero quien pierda por mí su vida, la encontrará (Mateo 10, 39)

Dios cree en el hombre.
Pero, ¿no es el hombre el que debe creer en Dios? Mira lo que dice Jesús del hombre: ¿Cómo podéis decir cosas buenas, siendo malos? Mateo 12, 34.

Entre todos lo conseguiremos.
Crees que es problema de unidad y de arrimar el hombro: "cada uno va a lo suyo". Porque opinas que el bien procede de lo humano. Qué daño hace el pelagianismo.
Sin embargo, muchos, uno, o multitudes, no curan la indigencia original del ser humano.
Mira lo que dice Jesús (Juan 15, 5) Sin mí, no podéis hacer nada

En la vida cristiana, lo importante son los hechos, no las palabras.
Te parece que a las palabras se las lleva el viento. Sin embargo te digo que las palabras son la vida de los hechos. Sí, su vida, su sentido, su alimento. Mira lo que dice Jesús de sus palabras:
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán (Mateo 24, 35) Las que se lleva el viento son las nuestras, ¡pero no las de Jesús!

Busca un momento para estar solo, y descubrirte a ti mismo.
Solo contigo mismo, para descubrirte. Pero, ¿aún no sabes como eres? Eres malo (Mateo 12, 34) Busca un momento de soledad más bien para estar con Cristo, y descubrir a Cristo, y que Él te haga bueno, porque sólo Él es bueno.

La belleza está en tu interior.
Mejor no mencionemos lo que está en nuestro interior. La belleza está en Cristo. Y si Cristo está dentro de ti, por la Gracia, entonces la belleza está en tu interior.... pero si estás en pecado mortal, ¿qué belleza podrás encontrar ahí? Ve a la Santa Penitencia, a la Santa Eucaristía, para que tengas la belleza en tu interior, para que tu interior sea bello.

Dios pone su parte. Ahora falta que tú pongas la tuya.
¿Entonces hay algo que el ser humano pone de sí, propio y específico? No, no hay una parte tuya que hayas de poner. Pues lo tuyo también proviene de Dios, y si es tuyo es porque Él te lo ha dado, y te da asimismo el poder ponerlo voluntariamente. Esto nos enseña la doctrina católica de siempre, perfecta e inmutable. Lo que tú has de poner libremente es...parte de Dios también.

Hay cosas que provienen de mi libertad y no de Dios.
Hay cosas que no proceden de la Gracia sobrenatural, pero eso no significa que provengan de tu libre albedrío como de su fuente. Has de saber que aun aquellos bienes naturales que realices, como regar una planta que se está secando, provienen de Dios, que es causa universal de todo bien (por su concurso divino y providente). Y ni aun regarla podrías si Dios no te lo da. Así lo enseña el Sínodo de Orange: Can. 20: «Que el hombre no puede nada bueno sin Dios. Muchos bienes hace Dios en el hombre, que no hace el hombre; ningún bien, en cambio, hace el hombre que no otorgue Dios que lo haga el hombre».

Descubre la verdad en ti mismo mediante la meditación y las técnicas de autoayuda. Sin embargo no te es posible autoliberarte por mucho que te contemples. Porque el Magisterio de la Iglesia, en el mismo Sínodo lo enseña bien claro:

Can. 22: «De lo que es propio de los hombres. Nadie tiene de suyo sino mentira y pecado. Y si alguno tiene alguna verdad y justicia, viene de aquella fuente» divina.

4 comentarios:

  1. ¡Cuánto ayuda leer esto, Alonso! Yo también estuve leyendo el Sínodo de Orange, contra el semipelagianismo. La doctrina, como la refutación inicial del semipelagianismo, viene en gran medida de San Agustín, el que verdaderamente estamos descubriendo, con estas cosas, como Doctor de la Gracia.

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  2. Estupenda reflexión... todo procede de Dios, hasta la misma libertad que nos ha dado para acercarnos a Él o despreciarlo. Nada hay que sea realmente nuestro. Todo nos ha sido dado en préstamo. Nosotros mismos somos préstamo de Dios.

    Ahora y sin la más mínima intención nociva, el quietismo es un peligro que no hay que descuidar. Los talentos que hemos recibido de Dios, hemos de devolverlos con ganancias: Siervo malo y perezoso, sabías que Yo cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí... (Mateo 25, 14-30).

    El equilibrio entre el pelagianismo y el quietismo es complicado y requiere mucho discernimiento y oración. Dios nos ayude.

    Feliz Navidad!!! :)

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  3. "Nosotros mismos somos préstamo de Dios"

    Qué bien lo has expresado, como siempre

    Gracias

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  4. Gracias por tu dedicación y buen hacer. Que el Señor nazca en tu corazón y en de todos los que lo anhelamos. Feliz Navidad!!!

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