miércoles, 7 de abril de 2010


Lecturas.Epístolas de Séneca. En la 95, una idea magnífica: Nullum intra se vitium est, ningún vicio queda contenido en sí mismo, o lo que es lo mismo: todo vicio tiende a expandirse, y hacer daño. Refleja a la perfección el alcance suprapersonal de todo acto malo, de todo mal hábito: con el mal que uno comete, aunque sea a sí mismo en soledad, se perjudica a muchos.

Hablando con A***. Es un cristiano ecuménico. Así se autodenomina. Cree que hay que dialogar constantemente con los hermanos separados (con esto estoy de acuerdo), rezar por ellos (con esto también estoy de acuerdo) y sacrificar la parte de nuestra doctrina necesaria para llegar a consensos, (con esto jamás estaré de acuerdo)

No podemos sacrificar parte de la doctrina verdadera de la Iglesia porque la doctrina no nos pertenece, pertenece al Logos, al Verbo eterno e increado, y la custodia la Iglesia. Perder un milímetro de Verdad es traicionar a Cristo (y a nuestra conciencia) Por otra parte, ¿puede aumentar la caridad abandonando la Verdad, aunque sólo sea en parte? Yo creo que no. Veo muy claro que jamás hay que rechazar ni un milímetro de la Verdad. Permanezcamos en la Verdad Eterna e Increada que custodia la Iglesia, para que aumente nuestro Amor. Este es el auténtico ecumenismo, el de la santidad. Y no hay santidad sin toda la Verdad. Pues el error, como el vicio, no se contiene a sí mismo, tiende a expandirse, a hacer daño. O como se cuenta en El Señor de los Anillos: el señor oscuro siempre encuentra caminos para los orcos y las sombras.
"Corren los siglos, pero la verdad permanece.
Permaneciendo la verdad,
permanece el hombre y permanece el mundo.
Por todas partes nos engañan y nos desvían,
pero la verdad nos sostiene.
Amigo, detén la huída.
Ponte en el centro,
donde nada se mueve
sino la vida,
la vivificante Vida!"
Séneca.

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