lunes, 19 de abril de 2010

Seguridades humanas


El salto de la fe. No hace mucho leí en el blog de Longinos algo sobre este tema que me pareció muy acertado. Al releerlo, he descubierto qué es lo que me pareció especialmente acertado, aunque en un primer momento no supe decirlo.
Creo que más o menos es esta idea, muy importante:

A menudo, nuestra necesidad de comprenderlo todo no es más que una muestra de nuestra incapacidad de abandonarnos en Dios. No podremos gozar de la auténtica libertad interior de hijos de Dios si no nos liberamos previamente del deseo de apoyarnos en seguridades humanas para confiar en Dios.

Incluso la confianza puramente subjetiva en Dios, directamente, sin iglesia, es una seguridad humana, pues es una forma de decir: antes de confiar en otros (la Iglesia) prefiero confiar en mí, que me conozco. Es decir, la desconfianza de la Iglesia, como Madre y Maestra, no es más que una muestra más de falta de libertad interior, de necesidad de fiarme sólo de mí mismo.

Pero así no seremos libres.

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