domingo, 27 de marzo de 2011

El Via Crucis por la Vida, un momento de Gracia para nuestra Iglesia local

En nuestra diócesis ha habido un momento de Gracia. Y es que hemos actuado, este sábado, en un fervoroso Vía crucis por la Vida, como hijos de Dios, conscientes de que la salvación de los males que padece nuestra sociedad procede de la Gracia divina; hemos dejado de confiar en la efectividad puramente natural de movilizaciones neutrales y laicas donde no se pronuncia el nombre del Santo Señor Jesús, y hemos hecho lo que el Señor quiere que hagamos, es decir, que acudamos a Él buscando salvación y ayuda para los males que nos afligen.

Jeremías 17, 5:

5 Así habla el Señor: ¡Maldito el hombre que confía en el hombre y busca su apoyo en la carne, mientras su corazón se aparta del Señor! 6 Él es como un matorral en la estepa que no ve llegar la felicidad; habita en la aridez del desierto, en una tierra salobre e inhóspita. 7 ¡Bendito el hombre que confía en el Señor y en él tiene puesta su confianza!

El Via crucis de este sábado por las calles del Pópulo, con la cruz del Papa, ha sido un momento de Gracia para nuestra Iglesia, porque hemos comprendido que sólo el Señor nos puede ayudar.


Ha sido un momento de Gracia porque hemos dejado atrás una forma de luchar por buenas causas que estaba llamada a la esterilidad. Esta falsa idea: las causas de la ley natural se pueden combatir con medios puramente naturales, nos tenía confundidos.


Hemos comprendido la necesidad radical de poner toda nuestra confianza en el Señor, y no en cuanto podamos hacer, promover, concienciar, manifestar o programar con medios puramente humanos y naturales.


Y es que la victoria es siempre de Cristo, que es el que vence. No nuestra. Sólo venceremos en Cristo vencedor.


Debemos creer absolutamente que el Señor y sólo Él puede salvar nuestra sociedad, que Su fuerza sana, libera, purifica, humaniza verdaderamente. Debemos creer que desde planteamientos naturalistas, neutros, profanos, humanocentristas, no podremos humanizar nada, y que sin la ayuda del Señor y su Gracia todo seguirá igual y empeorará. Porque no hay humanismo sin Gracia. Porque ningun humanismo puede salvar lo humano. Sólo Cristo es Salvador. Sólo Cristo humaniza y libera. El hombre adámico reside en las tinieblas de su enfermedad congénita. Sólo Cristo es Luz. Sólo Cristo sana.


Por esto el Via Crucis del sábado marcará un hito en nuestra diócesis. Porque hemos puesto nuestra confianza en el Señor de la Vida para la causa de la vida y todas las causas que emprendamos en Su nombre, por Él, con Él y en Él.

«Bendito el Señor, que escuchó mi voz suplicante; el Señor es mi fuerza y mi escudo: en él confió mi corazón; me socorrió, y mi corazón se alegra y le canta agradecido» (Sal 27,6-9).

6 comentarios:

  1. Bendito sea el Señor. Alabador sea por todos. Me alegro de que le Vía Crucis haya sido dado lugar a tan esplendorosa experiencia. Dios no nos deja de la mano. Un abrazo en Cristo :)

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  2. Demos gracias a Dios porque nos está dando una lección luminosa. Jesucristo es la solución a todos los problemas. Con la confianza en el Señor el aborto será un bochornoso recuerdo del pasado. Nosotros no podemos nada por nuestros medios y lo podemos todo porque "nos basta su Gracia". Con sólo ponernos a su servicio vemos maravillas. Jesucristo cuenta con nosotros para evangelizar y nosotros podremos evangelizar si nos llenamos de Él por medio de la oración y los sacramentos. Así seremos contemplativos en la acción y activos en la contemplación. Gracias.

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  3. Apreciado Alonso Gracián:

    Te invito a pasar algunos de tus días de Semana Santa en Avila, con los matrimonios de los Hogares de Santa María y que compartas con nosotros ese amor tan grande a Jesucristo con nosotros..

    Seguro que te encantaría una visita al Carmelo de Mancera y hablar con la Madre Paloma, una santaza, discípula de la Madre Maravillas. Las carmelitas no reciben visitas en Cuaresma pero sí lo hacen el Domingo de Resurrección.

    Paco M

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  4. Amigo Paco:
    Gracias por la invitación. Sería una bendición poder ir. Ojala pudiera compartir con vosotros nuestra fe en el Carmelo, si no esta Semana Santa, en la primera ocasión que el Señor nos presente.

    Un abrazo muy fuerte

    PD; Tu teléfono lo copio en mi agenda, y no lo publico en el mensaje tuyo para que quede en privado. ¿Vale?

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  5. Alguna vez podríamos encontrarnos tú, Antonio y yo, y conversar los tres. Sería un encuentro lleno de bendiciones!

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  6. Estuve en el Via Crucis y estoy completamente de acuerdo con esto que ha escrito Alonso. No sé qué más añadir, salvo que al leer esta entrada he tenido una confirmación interior que creo que es del Señor de que esto que ha escrito Alonso es la pura verdad, que ese Via Crucis es un hecho importantísimo, y que esa es la piedra (Cristo) sobre la que hemos de apoyar todos nuestros trabajos para procurar la justicia en cosas temporales como esta de la defensa de la vida.

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