miércoles, 16 de marzo de 2011

Es el Señor Quien nos elige

1. ¿Existen palabras humanas, lecturas, metáforas para propiciar la conversión más eficaces que la propia Palabra de Dios? Sin duda que no, porque su autor es Dios mismo, que quiere, más que nosotros mismos, que nos convirtamos a su Verbo, y sabe mejor que nosotros las palabras que necesitamos oir o leer.

2. No son nuestras lecturas o reflexiones, sino la palabra de Dios, la causa verbal de nuestra conversión, porque es el Señor Quien nos elige y atrae hacia sí por la escucha o lectura de su Palabra.

Juan 15, 16:
No son ustedes los que me eligieron a mí,
sino yo el que los elegí a ustedes,
y los destiné para que vayan y den fruto,
y ese fruto sea duradero.

3. ¿Cuál es la imagen bíblica y tradicional del cristiano? La de una persona diferenciada por la Gracia del resto de las personas del mundo. El hombre, la mujer, el Pueblo de Cristo son sagrados, han sido sacralizados por el Espíritu del Señor, sellados por la irradiación transformante de la divina Santidad de Dios. De hombre carnal que habla palabras carnales pasa por la Gracia a ser hombre de unción que habla palabras sagradas, palabras espirituales, propias del que es habitante, ya en la tierra, de la Ciudad celeste
4. No es posible para el cristiano secularizar su vida sin perder su esencia sacra, que no es sino su ciudadanía celestial por la Gracia. Por eso estar inmerso en las realidades seculares nunca puede suponer ser mundanos.

5. Si necesitas alimentarte de la Escritura y de la Tradición, y tu lenguaje toma de ellas sus expresiones, su vocabulario, sus giros conceptuales, no te quepa duda de que vas por buen camino, el Camino del Señor.

6. Dios nos "santifica en la verdad
" (Jn 17, 17). No nos santifica en las doctrinas de tal o cual teólogo de moda o de la cultura secular. La verdad nos posiciona frente a esa puerta estrecha que es el Umbral de la Gloria.

7. La fe - dice el Apóstol - es por la predicación, y la predicación por la Palabra de Cristo (Rm 10,17). Es la Palabra Divina (no cualquier palabra humana) la que nos proporciona el Verbo necesario para propiciar la conversión, el descubrimiento de la Verdad, de la cual da testimonio Cristo y de la cual nosotros, que somos de Cristo, y no del mundo, debemos dar testimonio.

8. Ningún otro Nombre nos ha sido dado bajo el cielo por el que podamos ser salvos que el Nombre del Santo Señor Jesús. El objetivo del diálogo ecuménico es siempre propiciar la conversión a Cristo el Salvador. Sólo Cristo es Verdad.

4 comentarios:

  1. Querido Alonso:
    La Palabra de Dios es luz para nuestra vida. El discernimiento para seguir la voluntad de Dios bebe de la Palabra, pero como decías en uno de tus comentarios tb el demonio conoce la Palabra y la manipula para confundirnos y engañarnos.
    Cristo, el Verbo, es la Verdad.
    PD: el icono q acompaña al comentario es precioso, d quien es?

    La paz. ANIMO!!!

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  2. enorabuena por tu publicación Alonso.
    La Palabra de Dios es guia para nuestro sendero, sin ella vamos sin rumbo y sin sentido en ésta vida, si no nos encontramos con la Verdad, nada vale en la vida, porque al final de la jornada aquél que se salva sabe, y el que no no sabe nada.
    Esto lo decía un santo sacerdote.
    Que Dios te bendiga, y que siga inspirandote tantas publicaciones como esta que tanto bien hace a las almas que buscan a Cristo.

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  3. Rosa, mucha gracias por tus palabras. La Palabra del Señor es un medio por el que Cristo nos busca, nos reclama para sí. Nada puede substituirla, porque es nuestro alimento (Mt 4, 4)

    Un saludo en Cristo, desde María Inmaculada

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  4. Cornelio gracias por tu comentario. No sé quien es el autor de este maravilloso icono. Lo buscaré.

    Un abrazo en el Señor y que Dios te bendiga

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