""Pero puede preguntarse, ¿por qué Dios ha dado la gracia de la conversión a uno y se la ha negado al otro? Contesto que a ambos se le dio gracia suficiente para su conversión, y que si uno pereció, pereció por su propia culpa, y que si el otro se convirtió, fue convertido por la gracia de Dios, pero no sin la cooperación de su propia libre voluntad (movida igualmente por la gracia).
Santo Tomás explica este misterio: Dios elige, y al elegir activa por gracia inmerecida y gratuita la libertad del elegido:
"La voluntad se mueve por sí misma, pero es movida por Dios a moverse por sí misma" (S.T. I., q. 105)
Es decir, si una persona tiene voluntad de fe y obra en Gracia para salvarse, la tiene libremente. Pero la tiene libremente PORQUE la gracia de Dios LE MUEVE a ello DEBIDO a una decisión divina, por la que Dios mismo ha "elegido elegir" de antemano, desde toda la eternidad, salvar a esa persona.
¡Qué sorprendente!, ¿verdad?
Te salvas libremente porque Dios ha decidido que te salves LIBREMENTE. Pero te condenas por tu culpa, no porque Dios haya destinado tu condenación. Es un misterio. Como diría Longinos, si no lo entienes del todo, mejor, porque es un misterio supra-inteligible. Si lo entendieras, no sería un misterio.
Duro y bello día.
ResponderEliminarQue mejor que estar en la presencia de Dios.
Que grande San Roberto, sé muy poco de él.
Gracias!!
DTB!!