sábado, 10 de septiembre de 2011

Rosa Vidriera

Todos los tonos del mundo se funden en ella. Rojo cereza y celeste metal, naranja atardecer y verde oliva, negro pizarra y amarillo oro...

Muchos más tonos, muchos más. De todas las cadencias y matices. Se agitan suavemente sobre la luz del altar mayor, y como estambres plateados, guardan la Gracia de Cristo en pequeñas corolas, abiertas sobre el que ora.

La enorme rosa transparenta tanta luz, en tantos e infinitos tonos, que se despliega en el espacio un prisma imaginario y puro, como un espejo para arcángeles, en cuyo azogue misterioso fulges Tú, latido y fulgor de todas las vidrieras, hasta el confín del mundo.

4 comentarios:

  1. La vidriera cambia de aspecto según el sol cambia de posición. Cada minuto del día es diferente y siempre hermosa.

    Un abrazo en Cristo :)

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  2. Es verdad, cada momento es distinta y a la vez la misma. Qué riqueza

    Muchas gracias por comentar.

    Un abrazo

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  3. Son todas una hermosura que invita a la oración.
    ¡Toda una riqueza!
    Muchas gracias Alonso
    Bendiciones para toda la familia!!!.

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  4. Muchas gracias, y un saludo en la paz y la virtud de nuestro Señor Jesucristo.

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