domingo, 18 de marzo de 2012

Que la técnica nunca es sólo técnica y como todo saber ha de ser purificado por el saber teológico

Continuamos nuestra reflexión sobre la esencia de la tecnología postmoderna,

especialmente de la biotecnología, con una serie de apuntes sueltos a partir de las palabras de Benedicto XVI en Caritas in Veritate, capítulo sexto.

"La técnica nunca es sólo técnica". (C in V, 69)

Esta afirmación del Santo Padre resume la esencia del problema.

Los recursos tecnológicos no son SÓLO herramientas indiferentes o inermes.

Son algo más.

Son la objetivación de la voluntad humana postmoderna y del espíritu de la época que los engendra.

¿Qué es una objetivación? La realización material y efectiva en el tiempo y el espacio de una intención subjetiva del ser humano.

Una objetivación de un elemento subjetivo (las aspiraciones del ser humano, como dice el Papa) es su SALIR DE DENTRO HACIA AFUERA cobrando realidad interactuante,

realidad capaz de influir en otros sujetos ATRAYÉNDOLOS HACIA SÍ POR SINTONIZACIÓN CON SUS ASPIRACIONES, en una cadena existencial de realizaciones colectivas, de autoexpansión.

Esa realización colectiva o cultural es la expresión de la voluntad que la anima a objetivarse en tiempo y espacio y devenir en cultura, por la cual la tecnología no es ya un mero instrumento interno individual de la voluntad, sino una expresión cultural y colectiva de la misma.

La cultura postmoderna y sus "valores" antropocéntricos se expresan tecnológicamente.

La tecnología postmoderna es la objetivación del antropocentrismo.

Ejemplo elocuente de esto es la anticoncepción. La técnica anticonceptiva --farmacológica o mecánica- es la forma en que la voluntad de la sociedad actual realiza sus "valores" sexuales. La tecnología anticonceptiva es la expresión de la mentalidad y la voluntad sexual de la postmodernidad. O para decirlo más claramente: la mentalidad sexual postmoderna expresa su cosmovisión a través de la tecnica anticonceptiva, que es la forma de la sexualidad desnaturalizada. O para decirlo como lo dice el Papa: la técnica anticonceptiva es el aspecto objetivo de la visión que de la sexualidad tiene la sociedad postmoderna.


Pero también es cierto lo contrario. La mentalidad sexual postmoderna es anticonceptiva por influencia y "tentación" (=atracción) de la tecnología anticonceptiva, que educa a las masas en la anticoncepción, tentándolas (=atrayéndolas) con promesas de independencia eudemónica y sueños de liberación. Es un círculo vicioso de inter-influencia, un anillo de poder, que diría Tolkien.

En definitiva.

Ya no estamos ante "objetos" tecnológicos inertes, sino ante ACCIONES TECNOLÓGICAS, ante un OBRAR TECNOLÓGICO que es objetivación de la voluntad subjetiva del espíritu postmoderno.

Las acciones tecnológicas son pues realizaciones operantes del "aspecto objetivo del actuar humano, cuyo origen y razón de ser está en el elemento subjetivo: el hombre que trabaja. Por eso, la técnica nunca es sólo técnica. Manifiesta quién es el hombre y cuáles son sus aspiraciones" (Caritas in Veritate, 69)

No son indiferentes porque manifiestan activamente y hacen visible y operante Y ATRACTIVA la objetividad del obrar del espíritu postmoderno, y a qué aspira este espíritu.

Son un reflejo existencial, una manera del ser-así del hombre y la mujer de hoy que, al mismo tiempo, influye existencialmente y promueve un seguir obrando así.

Como afirma Benedicto XVI: "El problema del desarrollo en la actualidad está estrechamente unido al progreso tecnológico y a sus aplicaciones deslumbrantes en campo biológico. La técnica — conviene subrayarlo — es un hecho profundamente humano, vinculado a la autonomía y libertad del hombre"

La tecnología es una expresión del ser humano vinculada a su autonomía. Es la objetivación del quehacer autónomo del hombre.

Y entendemos autónomo como independiente.

¿Independiente de qué?. De aquello que le hace dependiente: de la ley natural.

La tecnología, como vemos por sus aplicaciones en el campo biológico, independiza al ser humano de la ley natural: anticoncepción, fecundación in vitro, manipulación genética, clonación.... Es el viejo sueño alquímico de alterar las esencias y ocupar el papel del Creador alterando las fuentes mismas de la vida.

Es lo que apunta el Papa:

"70. El desarrollo tecnológico puede alentar la idea de la autosuficiencia de la técnica, cuando el hombre se pregunta sólo por el cómo, en vez de considerar los porqués que lo impulsan a actuar.

"Por eso, la técnica tiene un rostro ambiguo. Nacida de la creatividad humana como instrumento de la libertad de la persona, puede entenderse como elemento de una libertad absoluta, que desea prescindir de los límites inherentes a las cosas. El proceso de globalización podría sustituir las ideologías por la técnica[152], transformándose ella misma en un poder ideológico, que expondría a la humanidad al riesgo de encontrarse encerrada dentro de un a priori del cual no podría salir para encontrar el ser y la verdad."

Ante este poder de atracción que ejerce la técnica sólo hay una solución: volver al ser, a la auténtica libertad, para responder éticamente a ese poder atractivo que promete independencia, o, como dice el Papa, le promete independizarse de los límites naturales de las cosas, de las esencias.

"La técnica atrae fuertemente al hombre, porque lo rescata de las limitaciones físicas y le amplía el horizonte. Pero la libertad humana es ella misma sólo cuando responde a esta atracción de la técnica con decisiones que son fruto de la responsabilidad moral. De ahí la necesidad apremiante de una formación para un uso ético y responsable de la técnica. Conscientes de esta atracción de la técnica sobre el ser humano, se debe recuperar el verdadero sentido de la libertad, que no consiste en la seducción de una autonomía total, sino en la respuesta a la llamada del ser, comenzando por nuestro propio ser."

Liberarse de él por la Gracia, que fortalece la voluntad, y una eficaz educación y formación EN LA VERDAD, de forma que las aspiraciones del hombre postmoderno, latentes en la técnica, que son su objetivación, no influyan antropotrópicamente en nosotros, y podamos devolver a la técnica a su justo lugar: la ciencia genuina iluminada por la fe.

Para ello, propongo algo sorprendente.

Subsumir la técnica en la Teología --como se hacía en la cristiandad, a la manera de la sabiduría grecolatina, que subsumía la técnica a la filosofía--para que ésta la devuelva a la ciencia.

La técnica debe subordinarse a los criterios teológicos, debe nutrirse de lo aportado por la Ciencia Madre,

de forma que deje de reflejar el ser del hombre antropotrópico, y pase a desarrollarse según los criterios teotrópicos que sólo la teología apoyada en el Magisterio puede otorgarle.

Como en tiempos de verdadera ciencia, la tecnología debe volver a ser hija de la teología, como todo saber.

La técnica será antropocéntrica hasta que no vuelva a ser hija de la Teología.

A estudiar esto nos dedicaremos en futuros post.

2 comentarios:

  1. Tomo una cita, pero con cualquier otra se llega a la misma conclusión:

    "Por eso, la técnica tiene un rostro ambiguo. Nacida de la creatividad humana como instrumento de la libertad de la persona, puede entenderse como elemento de una libertad absoluta, que desea prescindir de los límites inherentes a las cosas"

    ¿Quien es el sujeto que entiende la técnica de una forma u otra? El ser humano.

    Pasa igual con la primera cita "La técnica nunca es sólo técnica" ya que necesita al ser humano y este es quien desarrolla su libertad a través de ella.

    Pasa igual con la técnica de control hormonal de los ciclos fertiles de la mujes, puede ser utilizada para la anticoncepción o para reducir quistes de ovario. Es el hombre quien decide qué utilidad da a las herramientas que desarrolla.

    No es posible limitar el mal uso de cualquier técnica. La técnica de búsqueda bibliográfica es maravillosa, pero permite saber cómo desarrollar explosivos nucleares. ¿La técnica nuclear es mala? Depende, ya que permite tratar el cancer.

    Tampoco veo cómo devolver a la técnica a su lugar, ya que es el ser humano quien debe convertirse y no las herramientas que emplea. La técnica no puede ajustarse a criterios teológicos, ya que su utilidad no depende de cómo se diseñe, sino de la manera en que se utilice.

    De todas formas seguimos reflexionando sobre el tema :)

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  2. Comprendo las cuestiones que planteas.

    Estás hablando de un uso responsable de la tecnología,de esa "respuesta" a la tecnica de que habla el Papa.

    Si hay que elaborar una respuesta auténticamente libre, es porque la técnica seduce e interpela y suscita tentaciones.

    Creo que debemos de dejar de pensar en términos de "objetos tecnológicos,

    y pensar más en "acciones tecnológicas", en objetivaciones de la voluntad del espíritu de la época,

    en un obrar tecnológico que incita a la voluntad caída y que hay que dominar

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