sábado, 20 de marzo de 2010

Sed de Ti

Señor, yo quisiera estar tan dentro de Ti, que todo cuando haga, respire, mire y admire, me inunde más aún de tu vida. En un pequeño hueco, al arrimo del camino, te esperaré. Y cuando alcance a verte venir, me acercaré a tu sombra, me arrimaré a Ti. Me dejarás tal vez besar tus pies, respirar un poco del aire que respiras. Y todo cuanto anhelo se cubrirá de arbustos en flor a la orilla del camino, en el ocaso del tiempo de la nada.

Sáciame, confórtame, embriágame de Ti. Que no vea sino por tus ojos. Que no sienta sino por tus manos. Y en la hora del dolor, cuando penetre el mundo de la Idea, acompaña mis temores con la ternura de tus manos, y que todo cuanto en mí, de puro amor, aspire a tu seno, sea encendido en tu dulzura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario