martes, 22 de junio de 2010

Aciertos de la Virtud

Age quod agis. Hacer bien cuanto se hace, con espíritu de perfección. De lo contrario, carecen de sentido las cosas, el tiempo y el esfuerzo que se pone en ellas. Sin tensión perfectiva el tiempo invertido es vano. O es serio y esmerado, o nuestro hacer naufraga.


Decrevi. Lo he dicho, lo he decidido, lo determiné así, y ya está. O nuestros propósitos tienen fuerza resolutiva, seguros, férreos, inconmovibles, o estamos perdidos, sin posibilidades de mejora. Los propósitos firmemente determinados son el seguro de nuestros pasos por el itinerario de la perfección.

Ecce Homo. Hacerse Varón de Dolores, como Cristo, el Fuerte. Hacerse a todas las preocupaciones, tensiones y conflictos como a una segunda piel. Tener estómago duro para asimilar la vida, y nervios templados y afinados al momento y a sus sombras. Ejercitarse cada día.


Substine et abstine. Hay que tener muy claro cómo soportar altas dosis de tensión mental, digerir el plomo de todos los temores. Objetivar los contratiempos, plantar rostro a los problemas, no rehuir el encontronazo con lo enemigo. Darse cuenta, momento a momento, de la gran ocasión de purga que para nosotros supone el sufrimiento. Resistir y controlarse, abstenerse para fortalecerse y digerir bien el mal.


Ama et fac quo vis. Ama y haz lo que quieras. Pues quien no ama está muerto --qui non diligit manet in morte (I Jn III, 14)-- y realiza tinieblas.


Regnum coelorum vim patitur, et violenti rapiut alliud (Mt 11, 12) El Reino de Dios se alcanza a viva fuerza, y los que se la hacen son los que la alcanzan. Con vara de hierro gobernarse, corregirse sin contemplaciones, con golpes firmes y seguros de timón orientarse y dirigirse contra las olas. Mantener a raya toda tendencia disgregadora, que al momento descompone e inclina al mar.


Miscuit in medio eius spíritum vertíginis (Is 19, 14). Ha infundido en ellos espíritu de vértigo. Cuando brilla el momento de acometer acciones virtuosas, en ocasiones, sentimos vértigo del bien. Hay que estar alerta. La acción buena nos eleva, pero nuestros ojos están anclados en la sombra de la tierra firme, del barro de nuestra naturaleza debilitada. Así, miramos de pronto hacia abajo, en lugar de hacia lo alto. No nos dejemos inutilizar por la altura.


Regit et corrigit. Gobierna y se gobierna, corrige y se corrige la persona sabia, que quiere la perfección. Vara de hierro consigo mismo, dulzura con el alma ajena. Mantiene el rumbo o lo corrige según soplan los vientos y se sortean tempestades.


Familiares mei sunt tenebrae. Mis familiares son las tinieblas (Sal 87, 19) Acostumbrémonos. Vivamos como luz entre las sombras. Lo requiere el mundo desquiciado de hoy, sin norte, de horizonte enceguecido, sin bien ni mal. En estas condiciones, nada sombrío nos puede ser ajeno, excepto el pecado.


Melius est confugere ad Dominum, quam confidere in homine (Sal 118, 8). Mejor es confiar en el Señor que en los hombres.


Noli timere, tantummodo crede (Mc 5, 41) No temas, tan sólo cree. No podemos evitar el miedo, pero sí combatirlo y sojuzgarlo. Primero, con el pensamiento, reprimiendo su discurso deprimente, levantando su irracionalidad, sacudiendo sus premisas; segundo, con la voluntad, moviéndonos al peligro, cara a cara, y al galope. Tercero, alimentando la audacia y los grandes afectos. Levantar palacios de mármol en la vida cotidiana, junto a chozas y chabolas; pone en pie al Coliseo; desafía al Minotauro con las armas de Cristo, que ya lo vencieron y lo conocen.


Carne de olvido. Humo y humus de locura. También nuestras preocupaciones son hojas que agita el viento. Todo procede de la sombra de lo efímero, del polvo de la tierra. Yo quiero morir a mí mismo para vivir en Cristo. Esta debe ser mi máxima preocupación y anhelo. Y así, lo demás, será silencio.

1 comentario:

  1. Me ha impresionado Mt 11, 12. ¡El Reino de Dios se alcanza a viva fuerza! Es duro, pero esa es la verdad que Jesús nos da con amor. Todo lo debemos a la gracia, pero la gracia no nos hace vencer mágicamente (el quietismo de Molinos), sino que la gracia nos permite y mueve a ESFORZARNOS, poniendo todo nuestro esfuerzo. Es "quietismo" esperar a ir a favor de corriente de la gracia, lo cristiano es pedir la gracia, ESFORZARSE con la gracia, agradecer a Dios la gracia. Es duro, pero es la verdad; ¡más dura es la mentira...!

    Pero ¡qué fácil es escribir esto y qué difícil es convencer a nuestro corazón de ello...! Es el trabajo de toda una vida.

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