domingo, 13 de junio de 2010

Cristo, Manantial

Cristo, Nuestro Señor, se nos ofrece en la Liturgia desbordante de Gracias. Su Corazón se abre.
No busquemos otros manantiales. ¡Él es manantial eterno e inagotable de Amor!

Al borde del pozo el Señor espera. Nos pide agua, y Él es agua de vida. Quiere nuestra cooperación, y darnos de su Vida, que es la Gracia.

En la Liturgia Cristo abre la roca y hace brotar todas las fuentes. Todo es Gracia. Todo bien y belleza proceden de Él.

Cristo en la Liturgia es un manantial que nos da de beber agua pura. A nuestro alrededor, muchos pasan sed, sed de Cristo, tal vez sin saberlo. En nosotros está acercarles a la Fuente de la que mana toda agua pura.

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