martes, 17 de enero de 2012

La grandeza del remedio

Que Dios Creador disponga formas y organismos con sabiduría, y que por el pecado del hombre esta disposición se altere,

es tan lógico como misterioso.

Pero que Dios mismo sude sangre y se deje ultrajar como lo hizo...

esto hace saltar los goznes del mundo.

No hay palanca que pueda levantar un peso como éste, salvo la Gracia.

Y esos ultrajes, ese sudor de sangre, nos hacen comprender la gravedad de la alteración.

Y la grandeza infinita del Remedio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario