martes, 10 de enero de 2012

Todo el dolor del mundo

Nada obligaba al Señor a dejarse ultrajar por nosotros hasta lo inconcebible.

Y si en esa bandeja sangrienta que fue su Pasión, nos ofreció todo su Cuerpo y su Sangre, fue dándolo gratis, puesto que con nada propiamente nuestro podíamos pagarlo.

Y fue su Voluntad ser flagelado hasta el Semblante, castigado hasta la Frente, dibujado de espinas y salivazos, para que pudiéramos contemplar el Rostro mismo del Dolor.

Porque el ser humano no sabe sufrir si Dios mismo no viene a enseñarnos y a mostrarnos cómo se transforma el sufrimiento en salvación.

Y así lo hace, el Todopoderoso, ocupando nuestro miserable lugar, y demostrándonos cómo se sufre, capacitándonos por Gracia para sufrir como Él, con Él, y en Él en su misma cruz.

Salvando con Él, y en Él, a base de dolor.

Laus Deo!

Que todo el mal que existe y existirá en el mundo, desde entonces, pasa por el Cuerpo Divino del Redentor, que es su Iglesia, y cuando llega a nosotros ya está sobrenaturalizado.

¡La Iglesia, Sacramento del Dolor, del verdadero Dolor, el que salva, y no el que destruye!

Pensamiento estremecedor, que ha de pulverizar en nosotros, para siempre, toda corteza de miedo, todo residuo de temor, todo lastre de cobardía.

A nosotros nos queda, por la obediencia, hacer crecer la Gracia luminosamente,

y permanecer con todo nuestro ser clavados en la cruz, junto a Él,

aprovechándolo como un tesoro,

de forma que en el semblante de nuestra alma se refleje la Santa Faz del Redentor.

2 comentarios:

  1. Cercano Alonso:
    Un querido, y ya con el Padre, sacerdote siempre nos decia hay una cosa q le falta a la Pasion de Cristo... y nosotros la podemos completar... Eso como va a ser!!! Le deciamos... Y nos aclaraba: a la Pasion de Cristo le falta hacerse carne, visible en/por nosotros, en esta generacion.
    ANIMO!!!

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  2. Cercano Cornelio,

    las palabras de la Escritura, Colosenses 1,24 estaban en boca de ese buen sacerdote:

    "Ahora me alegro de poder sufrir por ustedes, y completo en mi carne lo que falta a los padecimientos de Cristo, para bien de su Cuerpo, que es la Iglesia"

    Así es, lo que le falta por sufrir al Señor en la cruz es lo que debemos sufrir nosotros.

    Un abrazo en Cristo, y ánimo

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